' Me apasiona la anatomía y el cuerpo. Ayudo a los estudiantes a desarrollar su práctica con mis manos y ajustes. Respeto y leo su diversidad y sus necesidades. Después de un viaje de tres meses a la India, comencé a practicar con Sivananda Yoga durante dos años y luego continué mi formación con Iyengar durante tres años más. En 1999 tomé una excedencia para viajar a la India durante un año entero. Allí descubrí el Ashtanga yoga en Mysore y la meditación Vipassana según Goenka, y mi vida cambió para siempre.

Seguí viajando a la India todos los años para profundizar mi práctica. En 2003 recibí mi licencia para enseñar. Me fascina ver la transformación y el crecimiento personal que conlleva la práctica del yoga.'